Uno de ellos en Donosti (San Sebastián). Llegué con inteciones de que el sol broncease
mi piel de una vez por todas. Y conforme puse los pies en el suelo, las nubes hiceron acto de presencia.
Así que... rato de playa y rato de callejeo a partes iguales, compusieron un Domingo de Agosto que en lo que a climatología se refiere, no estuvo a la altura (por lo menos a la de mis expectativas).

Sí, después de estar unos días luciendo paraguas y no enfadarme, decido volver en Domingo y Lorenzo no quiso brindarme más que un ratito. Por supuesto que en la playa se estaba bien, pero yo, este año especialmente, necesito sol. ¡ Mis pobres huesos lo reclaman!.
Lo dicho, recogimos bártulos y a patear calles se ha dicho. Por el Boulevard marea humana. Y la verdad que la imagen de ver a mucha gente en la calle me gusta. Hay veces que necesito sentir el bullicio y ese Domingo había mucho. Así que (esta vez sin paraguas) estuvimos disfrutando de la ciudad.

Pateo callejero. Tienes dónde perderte

De pintxos. También tienes dónde hacerlo. (Perderse, digo)

Y actuaciones por cada rincón. ¡¡Qué voz!!. Son una bendición para los oídos.


Quizás Lorenzo se escondió para que no me perdiera esta actuación. Es un trío rumano que toca como los ángeles. Dos címbalos y un violonchelo. Ya lo dije en facebook, debieran de estar en un teatro lleno de gente dispuesta a aplaudirles.
No me hice fotos. Digamos que el look playero que llevaba no era muy interesante. Camisola de Kenzo, hawaianas, y bolso playero de Tosca Blu. Prometo que la próxima vez que vaya para todo el día a la playa, tendré en cuenta que es posible que el sol no luzca y tengas que pasear por las calles con unas pintas de guiri que a los 20 quizás , pero .......que ya no estoy yo para eso.
Mi siguiente Domingo ha transcurrido en Bilbao. 15 de Agosto y.......a trabajar tocan. Muestrario de Verano. Hay que comprar jeans para el veranito 2011 y debo hacerlo en Domingo. Cuando me organice con las cositas que están llegando a la tienda para este Invierno, os enseñaré lo que voy comprando para el Verano que viene. ¡¡Esto es de locura!!.
Y ya en el Arenal, damos un paseo por lo viejo y decidimos que el
guggenheim lo visitaremos a finales de mes. Hoy toca patear calles y ver escaparates
.

320 escalones nos separaban de la
Basílica de Begoña. Los subí y los bajé. ¡¡Y con tacones!!


No conocía Begoña. Y me fué imposible entrar. Hasta la bandera. Una marea de gente que llegaba, se acercaba y salía sin poder acceder al interior. Es la única foto que pude hacer. Y de puntetas, que una es pequeña.

Lo dicho, imposible entrar.




Los gigantes. Me chocó verlos. Estoy acostumbrada a los de Estella. Sé que las comparaciones son odiosas, pero..


Una hilera de puestos con típicas rosquillas llegaba casi hasta la Basílica.

Ahora tocaba bajar. Y tengo que decir que mis rodillas se quejaron un poco. Pero poco.

Un descanso en una terracita de la Plaza Nueva. ¡¡ Apetecía el sol!!.


Tienda de
Laura Batan "novias". Me llamó la atención dónde estaba ubicado el edificio.

Y de vuelta al Arenal a recoger el coche. Cambiamos de escenario

Llegamos a la Plza. de Federico Moyua. Y entre Gran Vía y calles adyacentes creo que no dejamos un sólo escaparate por ver. Un poco incómodos porque en Bilbao casi todas las tiendas tienen persianas metálicas (en mi opinión incomodísimo para acercarte a ver).


Hotel Carlton, en Pza. Moyua. Los edificios de esta Pza. son preciosos.


Este escaparate de Louis Vuitton me encantó. ¡¡Los bolsos divinos y ese zapato me lo hubiera llevado puesto!!.

Y esto es una muestra de lo que no se debe hacer en una tienda. El escaparate pertenece a una de las tiendas de Custo. Un escaparate precioso y ¿dejan a la vista los bultos de mercancía recibidos?. Porque no creo que sea la nueva estética de la firma, ¿no?. Tirón de orejas.

Y está visto que no había forma de sacar buenas fotos. Los reflejos son más que evidentes.

Un escaparate anunciando la "Aste Nagusia" (Semana Grande) bilbaina.

Después de mucho trotar y mucho ver, decidimos entrar en "
El Embrujo de Bilbao". Bar, Restaurante. Un local con una selección de pinchos estupenda, con un ambiente super agradable y con unos camareros muy atentos y simpáticos. Mención especial para Fernando (no se atrevió a salir en la foto) que me arrancó varias sonrisas.

Y para reponer fuerzas nada mejor que un heladito.
En fín , ya véis como voy pasando los Domingos de Agosto. A partir de ahora os iré enseñando las novedades que van llegando a la tienda. Estoy segura de que os van a gustar (vaya, eso creo).